25 OCT | 14:51

Ricardo Arriazu: "Si no había un acuerdo con el FMI, al día siguiente éramos Venezuela"

El economista Ricardo Arriazu analizó el rumbo económico del país durante un seminario en la Cámara de Agentes de Bolsa. Reconoció que la Argentina está atravesando un momento difícil y que sin el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el país hubiera terminado como la Venezuela de Nicolás Maduro.
 
"Este es un momento de Argentina difícil. Veníamos creciendo, estábamos contentos y de golpe apareció la tormenta. Bajó la actividad económica, subió la inflación, subió en dólar y las tasas de interés y se generaron dudas sobre la capacidad de financiación del Gobierno. Casi todo junto", dijo el economista y advirtió que la única alternativa ahora es enfrentar el problema.
 
"Estamos en medio de una tormenta y lo peor que podemos hacer es darnos vuelta porque el barco naufraga. La única alternativa es navegar y enfrentar la tormenta. Pero necesitamos un buen piloto, que sea un estadista, que deje de pensar en las próximas elecciones y que haga no se hizo en 2016", agregó.
 
Delante de medio centenar de agentes de bolsa, Arriazu dijo que todo comenzó a fines de abril de 2018. "Según el EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) PBI mensual, hasta abril habíamos alcanzado el máximo nivel histórico absoluto del PBI (no per cápita) y de golpe el PBI se cayó fuerte. Hay una fecha, 23 de abril".
 
Según explicó, los capitales básicamente buscan invertir en función de la tasa esperada de retorno ajustada por el riesgo y ese día el Gobierno instaló un impuesto a la renta financiera. Junto a la suba en las tasas de Estados Unidos y a la devalución de los países vecinos, cayó la tasa de retornos, automáticamente se disparó el riesgo país, lo que impulsó la salida de capitales, algo que "Argentina no saben cómo enfrentar". A esto se le sumó la sequía que le costó al país 7.500 millones de dólares.
 
"Al final de 2017 tuvimos un déficit de cuenta corriente de 31 mil millones de dólares, 5.1 puntos del producto, uno de los más altos de la historia. ¿Qué es esto? la tendencia a gastar siempre de más y es la causa de todas las crisis argentinas", resumió el economista ante la atenta mirado de los presentes.
 
Arriazu recordó que allá por abril escribió un artículo donde decía que "al sector externo hay que manejarlo con mucho cuidado; tenemos un déficit peligroso y el déficit no resuelve este problema". Un mes después escribió: ¿Por qué a los argentinos nos importa el dólar? y explicó que básicamente porque la economía está dolarizada y la unidad de cuenta del país es la divisa norteamericana.
 
"Cuando entran capitales aumenta mi poder de compra, por lo tanto, exporto menos e importo más, lo que genera un deterioro de la balanza comercial, y lo que compro en no comerciable aumenta la actividad económica, aumenta el empleo y el nivel de precios", añadió.
 
Sin embargo, afirmó que "muchos economistas hacen relaciones estúpidas entre tipo de cambio real y sector externo sin darse cuenta que lo que causó todo es el ingreso de capitales".
 
"Cuando se van los capitales pasa lo mismo, la gente tiene menos dinero y por lo tanto gasta menos. Suben la exportaciones y caen las importaciones, cae la demanda interna, cae la actividad económica, cae el nivel de empleo, cae la recaudación y generalmente provoca una crisis política. Sí pasó en Brasil en 2013. Y en resto de América Latina", recordó.
Arriazu explicó que al igual que en un hogar, "para gastar de más alguien me tiene que prestar plata. ¿Y por qué me prestan? porque sobra plata en el mundo o porque subieron los precios internacionales. Y siempre lo que pasa es que al cabo de dos o tres años, el acreedor dice: este no me va a pagar y sale corriendo. Y todas las crisis argentinas son exactamente igual".
 
Según sus estimaciones, esa diferencia entre ingresos y gastos representará en 2018 unos 43.000 millones de dólares. Allí se preguntó: "¿Hay alguna posibilidad de tener un déficit así? No. Nadie te va a prestar esa cantidad, lo máximo es poder conseguir un 'amigo' que me financie temporalmente un pedazo de ese ajuste. Y está claro que ese 'amigo' es el enemigo público número uno de la Argentina". Arriazu habla del FMI.
 
"Ahora no hay alternativa, nos dejaron de prestar. No importa lo que el gobierno quiera; el Estado no hace el ajuste. Además, no tienen manera de evitar el ajuste. Y mientras más quiera evitarlo, más grande va a ser porque va a provocar más salida de capitales".
 
Según explicó el economista, la caída de la actividad no es porque el organismo nos exija algo, por el contrario, lo que hizo el acuerdo con el FMI fue impide que la caída sea mucho más grande.
 
Arriazu aseguró que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no es el mejor, ni el segundo mejor, ni el tercero mejor: "Era el único disponible". "Si no había un acuerdo al día siguiente éramos Venezuela, porque no nos daban la plata. Y ¿por qué tenemos el problema? porque en el Fondo hay un talibán flotador. Y ese talibán flotador dijo: no van a usar mi dinero para defender al peso. Pero mirá que la unidad de cuenta en Argentina, digamos, es el dólar. -No me importa, tiene que flotar", enfatizó.
 
El talibán flotador es el economista que cree que la flotación es el mejor sistema para el tipo de cambio. "Yo fui un talibán flotador hasta que volví a la Argentina. Está pésimamente estudiado pero al 95% de los economista les enseñan, y creen, que la flotación es el mejor sistema".
 
Según Arriazu, el argentino piensa en dólares porque el 75% de sus riquezas financiera están en dólares y las transacciones para más de un período se realizan en dólares. "¿Cómo podemos manejar una economía con tanta volatilidad en la unidad de cuenta entre el tipo de cambio y las tasa de interés?", se preguntó.

 

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