03 ENE | 19:36

Casas participó de la despedia del Niño Alcalde

El gobernador Sergio Casas participó este jueves de la culminación de las solemnes Fiestas Patronales, donde el pueblo religioso despidió la imagen del Niño Jesús Alcalde que regresó a su templo acompañado por San Francisco Solano; en tanto que el Santo Patrono San Nicolás permanecerá en la Iglesia Catedral.

Junto al gobernador, acompañaron la ceremonia, la vicepresidenta primera de la Cámara de Diputados, Adriana Olima; los diputados Teresita Madera, Federico Sbíroli, Renzo Castro, Raúl Andalor , Elio Díaz Moreno y Marcelo Del Moral; los ministros de Hacienda, Jorge Quintero; de Gobierno, Alejandro Moriconi;  de Infraestructura, Juan Velardez y de Educación, Juan Luna, de Salud Judit Díaz Bazán y de Industria, Rubén Galleguillo; el intendente de San Blas de Los Sauces, Silvio Villagra y la intendenta de Castro Barros, Gloria Pedraza;  secretarios, directores y autoridades policiales. También participó el intendente de Capital, Alberto Paredes Urquiza y miembros de su gabinete.

 

La ceremonia dio inicio con las imágenes ubicadas frente a la explanada de Casa de Gobierno y la posterior entonación del Carnavalito al Niño Alcalde; luego en reconocimiento del Señor en la figura de las Santas imágenes, el pueblo se inclina en signo de fe y devoción.

 

El obispo Braida entregó al gobernador Casas y al intendente el libro de la Palabra de Dios, el Santo Evangelio. Además, Casas recibió  su banda gubernamental y el bastón de mando, entregado durante el Tinkunaco; el intendente hizo lo propio con la llave de la ciudad.

 

Seguidamente, el Alférez Mayor saliente entregó la banda al nuevo Alférez Mayor, Ítalo García; como así también asumió como Aspirante mayor,  José Luis Romero; estos cargos se renuevan año a año con el traspaso de insignias y símbolos que los representan.

 

El pueblo entonó el Tinkunaco en quechua, mientras la bendita imagen de Jesús Niño Alcalde se retiró para regresar a su templo, acompañada por la imagen de San Francisco Solano, el pueblo riojano lo despidió levantando sus pañuelos blancos.

 

Finalizada la ceremonia religiosa, Casas expresó que “año tras año el pueblo riojano consagra su devoción y emoción ante esta fiesta tan solemne como es el Encuentro, el Tinkunaco; donde los hijos de Dios nos entregamos con toda devoción”.

 

Sostuvo además, que “lo más importante es actuar bajo la palabra de Dios y la voluntad del pueblo”, en este sentido destacó el gesto del Obispo al hacerle entrega del Santo Evangelio, “son hechos que nos hacen crecer, nos llenan el alma, nos hacen crecer en nuestra fe y mantener la alegría de la esperanza que no defrauda”.

 

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