02 ABR | 08:46

¡¡¡Escuchen sinvergüenzas, si a ustedes dos les hablo!!!

No miren para otro lado. No pongan cara de boludos. Ya no hay tiempo para dar explicaciones ya no queda tiempo para mentiras, errores de cálculo, palabritas leguleyas, se están muriendo de hambre...Por Carlos Scagnolari
...vecinos, amigos, parientes, conocidos, compañeros de escuelas, que nacieron en éste país, que estudiaron y trabajaron desde jóvenes, siguiendo los pasos de sus antepasados creyendo que con “La frente en alto” “con el sudor de tu frente”, “ser un hombre de bien” “hay que trabajar” se logran los sueños, que; nunca se cumplirán si somos dirigidos por miserables, hombres y mujeres sin escrúpulos. Son niños argentinos los que están sufriendo, el 54 % de ellos…hambre. jamás se desarrollarán en su plenitud.
 
 
Sinvergüenzas. En estos casi cuatro años, nos llevaron a más del 39% de argentinos en estado de pobreza y a más de 8% de indigencia. Tenemos más de 18 millones de pobres. Hay hambrientos. Más de 8 millones de nuestros niños, no alcanzarán a desarrollar su cerebro porque no reciben comida, alimentos proteínas y ustedes se la pasan discutiendo pelotudeces como si viviéramos en Disney.
 
 
Cómo no se les cae la cara de vergüenza, como pueden soportar vivir en un país dónde los sueños de nuestros jóvenes, día a día se los lleva por delante la dejadez y el abandono. Qué si, ¡!!pero Macri!!! Qué Macri ni que mierda!!!!  Déjenme de joder. Cuatro años estuvo Macri el resto es producto del resto que gobernó en los últimos 50 años, inhumano, bondadoso para adentro y miserable hacia afuera repartiendo las migajas del banquete a los hambrientos. Hablan de los pobres, pero les encanta tener una tropa de pobres pidiendo para comer, que sean dependientes, que vivan en la indefensión.  
 
Cuánto más daño le quieren hacer al país? Que más necesitan para terminar con sus perversas acciones de intereses personales y la de sus poderosos lacayos? ¿Cuánto más debemos sufrir para que se retiren de sus frentes de batalla?
 
 
Ustedes dos, sinvergüenzas, nos llevaron a una inflación tremenda como nunca vista. Nos empujaron a ser el único país latinoamericano que sufre un 100% de inflación acumulada salvo la dictadura de Venezuela y Cuba. Más del 6 por ciento de inflación mensual y nuestros vecinos continentales no llegan a esa inflación anual. Nos llevaron a ocupar el tristísimo segundo lugar en el mundo de alimentos más caros. Nos condenaron al abismo educativo de nuestros niños que finalizan la escuela primaria sin sumar ni dividir. Nuestros hijos no comprenden un texto que hace 30 años atrás, lo decíamos de memoria. Y me hablan de igualdad? Qué mierda de igualdad? 
 
 
Dónde mierda quedó el peronismo, mis compañeros peronistas que están permitiendo que pase esto en país de Evita y Perón? Dónde están los hombres y mujeres de bien que respaldan esta miserable y dolorosa realidad? Claro, como tienen asegurado sus pesitos mensuales “alguito más que las migajas” se quedan callados la boca, comprados por ésta manga de seudos políticos todos millonarios. 
 
 
Cómo permitimos que maltraten a nuestros jubilados así? Que los pisen y empujen de lado sus derechos. Lo peor que le puede pasar a un argentino es jubilarse. Porque pasa a ser un sorete desplazable y sin valor alguno. $ 60 mil pesos cobra un jubilado. Cómo se entiende? Cómo piensan que pueden vivir manga de delincuentes insensibles. Un jubilado argentino que trabajó toda su vida cobra lo mismo que una cena de ustedes…”dirigentes del populismo” en puerto madero para 4 personas. Cómo no se les cae la cara de vergüenza. Miren a que destino de padecimiento llevaron a los argentinos. Hicieron mierda a toda la clase media. La pulverizaron. Hombres y mujeres que se desangraron con uñas y dientes para permanecer en un piso de bienestar, las revolcaron por el fango.
 
 
Pensaba si estas líneas no eran apocalípticas, y saben qué? No,  son un grito de realidad. Son un grito de esperanza. Para ver si ven. Para ver si escuchan. Un grito que está atorado en muchas gargantas argentinas, es un sapo que tenemos atravesado muchos. Atorrantes.  Y nadie. *Pero nadie que viva en éste país; debería pagar un solo peso más de ningún impuesto y /o servicio hasta que el ultimo niño que viva en éste país, tenga la panza llena. 
 
No está en discución si tiene que ser de derecha, de izquierda, del centro o más allá, ya pasaron de todos los gustos y colores políticos, Necesitamos gente honrrada, gente de bien.
 
Atorrantes decía mi abuela Leandra!!! Terminen con el hambre en nuestros niños y en nuestros mayores. Lean bien…hay niños y ancianos hambrientos. Y también hombres y mujeres que están en condiciones de trabajar y no consiguen trabajo. Y también hombres y mujeres que trabajan todo el día, todos los días y son pobres. No les alcanza. Cómo permitimos que se nos acerquen a nuestra mesa, un hombre a pedir las sobras de nuestro lomito para comer. Cómo soportamos que mujeres víctimas de violencia en el hogar, pidan comida por las calles con sus hijos en brazos a las diez u once de la noche!!! 
 
 
Cómo soportamos que un ser humano duerma tirado en la vereda, mientras escuchamos una mentira tras otra, bocas llenas de excusas, palabras llenas de buenas intenciones y resultados adversos. Tenemos gente que se muere en las calles…las calles no son un buen lugar para morir, para padecer, para estar con tus hijos. No. No. Las calles no son un buen lugar para eso. 
 
 
Y luego los vemos a ustedes caras rotas, desvergonzados justificando lo injustificables, nunca pidiendo perdón, nunca reconociendo que se equivocaron. Nunca una vergüenza. 
 
 
No podemos seguir soportando a hombres y mujeres mediocres en un estado mental detenido en la adolescencia, tomando decisiones espasmódicas cual retorcijones de estómago, impulsados en el pensamiento mágico que conduzcan el destino de todos. Hace años que venimos con éstos “Hombres y mujeres mediocres” diagnosticando mal la enfermedad y por ende recetando aspirinas para el cáncer.    
 
*Atorrantes.  Y nadie. Pero nadie que viva en éste país; debería pagar un solo peso más de ningún impuesto y /o servicio hasta que el ultimo niño deje de llorar por dolor de estómago y llore de alegría gritando “tengo la panza llena”.
 

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