15 JUN | 22:16

Que los candidatos presidenciales debatan sobre educación

8 de cada 10 argentinos creen que los candidatos presidenciales deberían debatir sobre educación. La formación para el mundo del trabajo, el presupuesto, las condiciones edilicias y la deserción...Por Alfredo Dillon
...encabezan la lista de prioridades, según una encuesta sobre el temario educativo que deberían incluir los debates electorales previstos para el 1 y 8 de octubre
 
 
 
Para 8 de cada 10 encuestados, la educación debería estar presente en los debates presidenciales previstos para octubre (Foto: Télam)
 
 
El 82% de los argentinos considera importante que la educación esté presente en los debates entre los candidatos presidenciales, según los resultados de una encuesta realizada por la ONG Cimientos y la consultora Isonomía. Entre los temas que más preocupan aparece la formación para el mundo del trabajo (mencionado por el 40% de los encuestados), seguido por el presupuesto educativo (24%).
 
 
A partir de la Ley de Debate Presidencial Obligatorio, sancionada en 2016, se les exige a los candidatos presidenciales participar de dos debates preelectorales. En este marco, Cimientos e Isonomía realizaron una serie de encuestas para indagar qué piensan los argentinos sobre la relevancia de la educación dentro de los debates presidenciales, y qué cuestiones educativas son consideradas más importantes por los votantes de cara a los debates previstos para el 1° y 8 de octubre.
 
 
Además de educación y trabajo y presupuesto, los encuestados mencionaron la infraestructura escolar y condiciones edilicias (15%), así como la deserción (14%). Solo un 10% consideró que no es importante que los candidatos debatan sobre educación. La encuesta fue realizada en mayo, de manera presencial, a 2000 personas de entre 16 y 75 años.
 
 
La prioridad de la educación en los debates presidenciales fue evaluada de manera similar por varones y mujeres, por jóvenes y adultos, y por personas de distintos niveles educativos, según los resultados del estudio.
 
 
 
El debate presidencial de 2019
La articulación entre educación y trabajo aparece como un tema más relevante para las personas de menor nivel educativo: el 55% de los encuestados con primaria completa mencionaron esta cuestión como prioritaria, mientras que la cifra desciende al 35% entre los encuestados con educación superior.
 
 
“Las problemáticas sociolaborales de los jóvenes –la población con mayor desempleo y más alta informalidad laboral– deben empezar a resolverse desde la escuela secundaria. Desde Cimientos lo hacemos a partir de la articulación con la escuela secundaria pública mediante la implementación de nuestros programas Futuros Egresados y Red de Egresados. Con ellos, a través de un apoyo económico y una tutoría personalizada que trabaja, a partir del desarrollo de habilidades socioemocionales, en la construcción del oficio del estudiante, buscamos mejorar las trayectorias educativas y lograr el egreso efectivo”, dijo Mercedes Mendéz Ribas, directora ejecutiva de Cimientos.
 
 
 
En el debate presidencial de 2015, realizado antes de la primera vuelta, y en el primer debate de la campaña 2019, la educación fue incluida dentro de los temas. En el primer caso, cuando aún no era obligatoria la asistencia de los candidatos, el eje educativo compartió sección con temas de infancia, mientras que en 2019 se abordó junto con salud.
 
 
Para este año, la Cámara Nacional Electoral y el Consejo Asesor del Debate Presidencial 2023 definieron que, tal como marca la ley, habrá dos debates: el primero se realizará el 1 de octubre en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, mientras que el segundo está previsto para el 8 de octubre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
 
 
Sobre la relevancia del debate –y de poder construir acuerdos–, Méndez Ribas subrayó: “Los problemas estructurales de la educación obligan a construir una solución mediante el consenso y no con propuestas aisladas. El Estado debe garantizar la obligatoriedad de la educación durante 14 años de la vida escolar de los niños, niñas y adolescentes, desde los dos últimos años de la educación inicial hasta el egreso del nivel secundario. Es decir, un estudiante pasa por la gestión educativa de al menos cuatro gobiernos diferentes. Si no hay una continuidad de las políticas educativas, se vuelve muy difícil que los índices de egreso efectivo, trayectorias lineales y de aprendizaje mejoren”.
 
infobae.com

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