28 JUN | 17:45

Borja Iglesias: “Soy heterosexual”

“Soy heterosexual”: la historia detrás de la campaña contra la homofobia que protagoniza un futbolista y es furor en las redes. Borja Iglesias es un delantero de treinta años que juega en el Betis de España. Por Milton Del Moral
El 26 de junio, en el marco del mes del Orgullo LGTB, publicó un video en sus redes sociales que causó conmoción en buena parte del globo. “¿A tí te agraden por ser heterosexual?”, se pregunta en una campaña en solidaridad con los padecimientos de la comunidad homosexual
 
 
El delantero del Betis denuncia en el video la violencia que padece el colectivo LGTB: '¿A ti te agreden por ser heterosexual?
 
 
Borja Iglesias debutó en el fútbol profesional con 17 años en el Celta de España. A los 29 años disputó su primer partido con la selección española. Juega ahora en el Betis. Usa la nueve en la espalda. Convirtió 172 goles en toda su carrera. Su cotización oscila alrededor de los veinte millones de dólares. Sus goles fueron noticia. Su reacción cuando se enteró de que no competiría en el Mundial de Qatar fue noticia. Cuando se pintó las uñas fue noticia. Cuando usó una cartera fue noticia. Cuando el 26 de junio de 2023, en el marco de la semana del Orgullo LGBT, publicó un video en sus redes sociales fue noticia.
 
 
Marcel Beltrán, un poco periodista, otro poco escritor, dice sin estar seguro que Borja Iglesias es un misterio. Tituló un breve ensayo sobre este futbolista de aspecto extravagante como “uno de los nuestros”. En la revista Panenka, idealizó: “Encaja como un guante en todas las definiciones del delantero temible. La astucia en el desmarque. La potencia en la zancada. La rudeza en el salto. El odio a las florituras. El instinto cortante. El golpeo sordo. La obsesión por el gol. Sin embargo, cuando se ríe, que no es raro que lo haga, el personaje da un vuelco inesperado, y a ti, que todavía pueden conquistarte con la ingravidez de una sonrisa sincera, impecable, te entran unas ganas escandalosas de abrazarlo”.
 
 
“A la buena gente se la reconoce rápido y se le perdona todo. Por más que luego pueda joderte la noche con un cabezazo en el segundo palo”, sostiene Beltrán, en un intento por desentrañar la influencia que este delantero de barba prominente y 187 centímetros de altura tiene también fuera del área y del césped. Hay algo fácilmente distinguible en Borja Iglesias que atraviesa lo ordinario, que rompe el protocolo, que desobedece lo esperable. No es, precisamente, su desempeño futbolístico.
 
 
El 3 de junio de 2020 un usuario de Twitter escribió un tuit que después borró. Decía “qué cojones es ésto” y hacía referencia a las uñas de Borja. El delantero había posteado una foto de un entrenamiento en el que se podían ver sus uñas pintadas de negro. El usuario se escandalizó rápido. Las referencias homofóbicas se multiplicaron. No habían reparado en que quizás era una manifestación alusiva a lo que había tuiteado el jugador un día antes: una foto negra, un corazón negro y una leyenda que decía #BlackOutTuesday. Borja se había plegado al movimiento antirracial Black Lives Matter que emergió en los Estados Unidos tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía. Y ahora era blanco de discursos de odio e intolerancia.
 
 
 
Borja Iglesias y Aitor Ruibal junto a Víctor Ruiz, Víctor Camarasa y Juanmi en una boda. La imagen despertó el odio homosexual en un grupo de personas
 
“Te lo explico yo, no hay problema -respondió el futbolista en Twitter-. Es una forma de concienciar y luchar desde mi posición contra el racismo, pero creo que también me viene bien contra la homofobia. Además tengo que admitirte que me gustan”. La contestación inspiró la eliminación del tuit por parte del autor, la reclusión voluntaria de los otros propagadores de la homofobia y una catarata de comentarios en apoyo a la posición de Borja Iglesias.
 
 
Tres años después, el futbolista volvió a ser víctima de insultos homófobos. El 11 de junio de 2023 se difundió una fotografía en el contexto del casamiento de un integrante del cuerpo técnico del Betis. Borja Iglesias y su compañero Aitor Ruibal lucen en la imagen bolsos tipo cartera: él exhibe una que cuelga de su hombro, Ruibal sostiene una más pequeña con su mano derecha. Una nueva oleada de violencia contra hipotéticos estereotipos homosexuales invadió las redes sociales: los futbolistas concentraron el odio de los ofendidos morales.
 
 
No se callaron. Ruibal fue el primero en pronunciarse. “Tras los intentos frustrados por parte de una minoría ruidosa de ridiculizar a mi compañero Borja Iglesias y a mí, en referencia a nuestra vestimenta, así como a su supuesta vinculación con nuestra orientación sexual, solamente quiero subrayar: la importancia de mantener el respeto hacia cualquier persona, con independencia de su orientación sexual o de cualquiera índole. La necesidad, de una vez por todas, de normalizar y convivir entre todos rechazando y alejándonos de cualquier tipo de fobia, para hacer que se pueda convivir con normalidad en nuestra sociedad. Condenar la homofobia que, evidentemente, sigue existiendo en mayor o menor medida y luchar por su erradicación. Aquellos que a estas alturas continúan mostrando comportamientos de este tipo necesitan ayuda de manera urgente”. Ruibal los definió como intolerantes y acomplejados.
 
 
Iglesias aplaudió el análisis de su compañero en redes sociales y en su propia valoración del escarnio digital deslizó una dosis de sorna: “Cada vez que suceden este tipo de situaciones en referencia a las fobias que todavía existen, me dan fuerza para seguir peleando para que cada uno haga y disfrute consigo y con los demás como le dé la real gana. Muchísimas gracias por todos los mensajes de cariño que siempre me dais. Y a los que estáis todavía en la prehistoria os mando mucho ánimo, tiene que ser muy difícil no evolucionar y seguir condicionándose a uno mismo en lugar de disfrutar de lo preciosa que es la vida”.
 
 
El festejo de Borja Iglesias en la final de la Copa del Rey de 2022 entre el Real Betis y el Valencia. El delantero suele llevar las uñas pintadas (REUTERS/Jon Nazca)
 
 
El video que difundió el 26 de junio se filmó antes de que algunos vieran perturbadas sus fronteras morales por una cartera en hombros de un varón. Dura 53 segundos y lleva la firma de la agencia de publicidad Mucho Bambú. “Hola, soy Borja Iglesias y soy heterosexual”, dice en la presentación. La frase simula un tono de anuncio que merece la tapa de los diarios: “Borja Iglesias sale del armario”, “El Panda acaba con el gran tabú del fútbol”, “Soy heterosexual”, “El primer jugador en salir del armario”, frases en relieve con la imagen del futbolista de fondo.
 
 
El video es dinámico: hilvanan personajes y placas a efecto de construir una historia, un enunciado. “Las redes se llenaron de odio hacia el futbolista con comentarios como ‘hetero de mierda, fuera de mi equipo’ o ‘¡qué vergüenza! menudo ejemplo para los niños’”, expresa la reportera Lolo García Serón. El hashtag #BorjaIglesiasHeterosexual trepa a la cima de los trending topic. El presentador Fernando González Gonzo mira a cámara y dice mientras camina: “Ha recibido insultos simplemente por decir que le gustan las mujeres. Hoy hablamos con el primer jugador de La Liga en confesar su heterosexualidad”. El periodista Siro López analiza en formato streamer: “Estamos en el año 2023 y todavía hay gente que vive en la caverna. Ayer, sin ir más lejos, escuché a un político que dice que hay que derogar la ley de matrimonio heterosexual”.
 
 
La recreación sarcástica, anclada a la realidad con la actuación y el usufructo de personajes reales y populares, se detiene estrepitosamente y la música de drama se apaga. La imagen del futbolista vuelve a escena para sembrar una reflexión: “A que esto jamás pasaría. ¿Y por qué lo otro sí?”. El mensaje que acompaña el tuit repite la información que brinda contexto al video: “En 2022 la cifra de agresiones contra la orientación sexual se ha incrementado un 70%. A mí no me agreden por ser heterosexual. Por eso, más que nunca, #muchoorgullo”. La estadística fue difundida por el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, en octubre del año pasado. Calificó el escenario como una tendencia “preocupante”.
 
 
En menos de 24 horas, la publicación tuvo más de ocho millones de reproducciones y cientos de miles de comentarios. “Sin entrar en un análisis en profundidad podemos decir que el 90% de los comentarios son positivos, y eso nos hace tener un rayo de esperanza como sociedad”, sostiene Bruno Nieto, director creativo de la agencia. El propósito de la publicación, en la órbita del mes del Orgullo LGBT, fue “darle la vuelta a la homofobia, demostrar que nadie necesita el día del ‘orgullo hetero’, mientras que las personas homosexuales siguen caminando de la mano con sus parejas con miedo”. Nieto no habla de sarcasmo sino de un giro discursivo que procura “abrirle los ojos a la sociedad”.
 
 
El protagonista no fue una selección arbitraria de la agencia publicitaria. Era él o no era. “Es el nexo de unión de los socios que conformamos esta agencia y el que ha definido nuestra esencia y nuestros valores. No elegimos a Borja, la realidad es que esto nace de su propia agencia y de su compromiso social. Él es el único que podía darle a esta campaña la dimensión que ha tenido. Siempre ha tenido la obsesión de aprovechar su posición para construir una sociedad un poco mejor. Quizás con esta campaña, algunos niños para los que hoy es un referente, el día de mañana sean un poco más libres y tolerantes”, describe Bruno Nieto.
 
 
Un extracto del video de la campaña contra la homofobia que lleva la firma de la agencia de publicidad Mucho Bambú
 
 
 
Siro López no dudó cuando le propusieron participar de la campaña. Cuando lo aceptó, vislumbró que en un anuncio contra la homofobia sería el representante de un sector sensible de la población. Tiene 67 años. “Lo pensé sobre todo bajo el pensamiento de la gente de mi generación y de las generaciones cercanas a las mías. Tenía que hacerlo. Son generaciones que la pasaron mal, a las que han perseguido injustamente, que no han tenido comprensión. Cualquier cosa que hagamos va a ser tremendamente positiva para que la gente no vea como un bicho raro a alguien que ejerce su sexualidad de manera diferente”.
 
 
Siente alegría por la repercusión que alcanzó el video y considera que es un síntoma auspicioso. “Es importante mostrar la visión que pueda tener alguien que es heterosexual sobre el mundo homosexual. Es una forma de darle normalidad a algo que tendría que ser normal desde siempre. Es bueno para la convivencia y para hacer una sociedad mucho más libre, más cercana, que comprenda perfectamente que puede haber distintos puntos de vista desde políticos hasta sexuales”.
 
 
Para Lolo García Serón era una idea tan loca como maravillosa. Cuando la vio terminada se conmovió. Cuando descubrió la recepción de la audiencia en el tuit del futbolista, comprendió con el asombro de una epifanía que “hay una sociedad que quiere escuchar estas cosas”. “Bien -celebra-, lo hemos conseguido. Hemos llamado la atención de la gente. Por favor, no se puede agredir a nadie por su condición sexual. Es un éxito maravilloso”.
 
 
Dice que son campañas que no se deberían hacer pero que hoy resultan indispensables: “En España, los periodistas contamos muchas veces que una persona ha recibido una paliza por su condición sexual. Es lo que no podemos dejar de contar”. Y cree que el compromiso de Borja Iglesias es un aporte maravilloso a la causa: “No es solo un referente, es una persona con muchísima influencia y buenos valores. Me parece súper importante que una figura del fútbol tenga esa capacidad para influir en la gente. Esa sí es una labor social. Es una suerte que Borja sea tan comprometido y tenga tantísimos valores. Así deberían ser muchísimos más”.
 
 
Para Luciana Peker, periodista, escritora y activista argentina especializada en temas de género, la campaña tiene multiplicidad de valía. “Hay que encontrar formas de decir de manera diferente lo que se viene diciendo hace tiempo. Y el fútbol es uno de los lugares más machistas y más violentos, tanto en España como en Argentina. Hay muchísima homofobia y son muy pocos los jugadores que han salido del armario. Lo que quiere mostrar esta campaña es por qué se toma la heterosexualidad como algo obligatorio y qué raro nos sonaría si la heterosexualidad tendría que anunciarse como se anuncia la homosexualidad. Es importante el aporte del fútbol como vehículo de pasiones para contar mensajes de forma disruptiva y novedosa para que todas las personas puedan disfrutar en plenitud del deporte y la sexualidad”.
 
El 13 de febrero de 2023 Jakub Jankto, futbolista checo de 27 años que juega en el Sparta Praga, anunció en sus redes sociales su homosexualidad. “No quiero esconderme más tiempo”, dijo. En un universo que congrega a 60 mil futbolistas activos en todo el globo, la revelación de Jankto parece una excepción. Y una invitación.
 
infobae.com

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