18 ABR | 09:12

Los secretos de Colapinto en el simulador de Alpine

Por qué su trabajo fue clave en la mejoría del equipo. Cómo funciona y quiénes acompañan al piloto argentino en la base del equipo. Por qué sus efectos son cada vez más reales y permiten...Por Darío Coronel
...potenciar a los coches. Desde adentro, el desarrollo de los monopostos de 2026
 
 
Franco Colapinto explicó el circuito de Bahréin. Así los pilotos conocen un circuito sin haber corrido aún ahí en F1, aunque el argentino ya compitió en Sakhir en la Fórmula 2 y Fórmula 3
 
 
Hace unos 30 años el automovilismo tuvo una de sus grandes revoluciones con la llegada de los primeros simuladores. El desarrollo tecnológico llevó a que estas herramientas tengan todos los matices y reproduzcan cada detalle para la formación y entrenamiento de los pilotos. En la Fórmula 1 cumplen un rol preponderante, al punto de tener un equipo trabajando de forma conjunta los fines de semana de carrera. El corregir rápido la puesta a punto de un auto puede valer puntos y eso es lo que hizo Franco Colapinto la semana pasada en Alpine.
 
La historia cuenta que el primer simulador de F1 lo creó uno de los máximos revolucionarios de la Máxima, Colin Chapman, el fundador de Lotus y autor de cambios que marcaron épocas, como los Lotus 78 y 79, que impusieron el efecto suelo. En los años sesenta, el inglés montó un simulador basado en un auto de la época, para que los fanáticos pudieran despuntar el vicio y hoy puede verse en el Museo World of Speen en Wilsonville, cerca de Portland, Oregón, en los Estados Unidos.
 
Fue McLaren el que inició el camino súper profesional y uno de sus principales “productos” formados en el simulador fue un chico que por entonces tenía 13 años, Lewis Hamilton, quien encaró al jefe de la escudería inglesa y le dijo que algún día quería correr para ellos. El de Stevenage se instruyó en el simulador del team de Woking y sumado a su talento combinó un entrenamiento que le permitió hacer estragos desde sus épocas del karting. Otros abanderados de los simuladores que alcanzaron la gloria son Sebastian Vettel y Max Verstappen, ambos coronados con Red Bull.
 
Los simuladores son clave para que un piloto pueda conocer al menos de forma virtual un circuito en el que aún no corrió. Entregan las referencias de frenado, los radios de giro que se deben emplear para encarar una curva, las velocidades que se deben utilizar en diversos sectores de un circuito. A medida que sus desarrollos en software y hardware se fueron potenciando, también crecieron los detalles de los autódromos, el consumo de las gomas y otros desgastes mecánicos en el coche, y en la actualidad hasta se incluyen condiciones climáticas.
 
 
La labor de Franco Colapinto el viernes pasado fue clave para la mejora de los autos de Alpine en Bahréin (@francolapinto)
No se trata solo del aprendizaje de un trazado. Debido a las herramientas y variables que tienen los simuladores actuales, se puede lograr mejorar el rendimiento de un auto real pese a que esté a 6.400 kilómetros de distancia, como lo hizo Colapinto el viernes pasado en la base de Alpine en Enstone, y que sirvió para que los autos de Pierre Gasly y Jack Doohan pegaran un salto de calidad.
 
Franco, cada vez que asiste a los trabajos en el simulador, suele tener dos turnos, uno por la mañana y otro por la tarde. Aunque en los fines de semana de carrera, en el momento de ayudar a conseguir una óptima puesta a punto y encontrar en qué sectores del circuito se pierden importantes décimas, no suelen haber horarios. El viernes pasado, si bien el bonaerense de 21 años subió en su cuenta de Instagram dos fotos entre las 19 y las 00, en realidad estuvo muchas horas trabajando.
 
El pilarense conoce muy bien los simuladores de F1 y desde su llegada a Williams en su etapa de la academia profundizó la tarea en ellos. “Trabajé mucho en el simulador, me acostumbré mucho desde el primer momento en el que subí. Estuve bastante competitivo y fue algo importante para empezar a acostumbrarme a todos los mandos y controles del volante de un F1″, contó en una entrevista con Infobae en 2023.
 
“Está muy bueno empezar a entender cómo funciona la F1. Esta preparación sirvió para sacarle el máximo potencial. Es una posibilidad única”, subrayó el campeón argentino de karting en 2018 y de la Fórmula 4 Española en 2019.
 
Franco Colapinto en el simulador de Williams. Sus miles de hora de entrenamientos previos le permitieron llegar bien formado a sus primeras prácticas en los coches reales (@WilliamsRacing)
Sobre los circuitos en los que giró en el simulador durante ese primer año, reveló que “probé en la mayoría, en Budapest, en Spa-Francorchamps, en Bakú (Azerbaiyán), Australia, Monza, Sakhir (Bahréin), Montmeló, en Barcelona y en el Circuito de las Américas (Austin, Texas). Fue lindo poder probar en el simulador y empezar a entender cómo funciona un F1″.
 
Esos miles de kilómetros en el simulador de Williams, pese a ser de vieja generación, le permitieron a Colapinto llegar bien preparado a su primera prueba sobre un auto de F1, el 28 de noviembre de 2023, en Abu Dhabi, en el Rookie Test en el que llegó a quedar décimo en la tanda matutina entre algunos pilotos titulares que corrieron esa temporada. También para su debut en un fin de semana de carrera, el 5 de julio de 2024, en la práctica libre 1, en Silverstone.
 
Para conocer más detalles, este medio también habló con Juan Cruz Álvarez, ex piloto argentino que corrió en la GP2 (actual Fórmula 2) en 2005. “En la época en la que estaba en la GP2 no existía mucho el simulador porque en ese momento no estaba el problema de límite presupuestario en los equipos de F1 y la mayoría iba a probar. No tenía mucha intención en hacer simulación. Después, cuando empezó todo este tema, obviamente los equipos desarrollaron mucho ese aspecto”, recuerda el arrecifeño.
 
El testimonio de Álvarez sirve como referencia de cómo son los simuladores de F1. “Me tocó hacer la instalación del simulador viejo de Williams, antes de que lo reemplazaran en el año 2019. Aquel simulador igual es una locura y tiene un montón de variables. Lo compró Teo Martin (dueño de un equipo de competición y un instituto que forma profesionales para el automovilismo), que tiene un centro de formación impresionante en España”, agrega. Si bien el simulador era de vieja generación, era óptimo para trabajar en distintas condiciones climáticas. “Se instaló en una sala que tenía condiciones climáticas de humedad y de temperatura, para poner el piloto en contexto del próximo Gran Premio”, subrayó.
 
 
Así luce un súper simulador de F1. Permite observar todo el detalle del circuito y cuentan con efectos climáticos como la humedad
En el trabajo, el piloto no está solo: lo respalda un mini staff de carrera en el que solo faltan los mecánicos. “Detrás de la sala donde está el simulador hay otra, de ingeniería, donde están todas las computadoras conectadas a la telemetría del simulador. Tenés un ingeniero de carrera, un ingeniero de estrategia de neumático que lo va probando. Además, un ingeniero en lo que es el simulador y en el hardware para que funcione todo en condiciones. Después, cada equipo obviamente desarrolla su software para aplicar todos los datos que obtienen del CFD (Computational fluid dynamics o Fluidodinámica Computacional)”.
 
La explicación de Juan Cruz sirve para entender cómo se llegan a tomar los datos del simulador y plasmarlos en la mejora del auto real: “Todos los datos del CFD, que es del diseño del programa de diseño del auto y de toda la los datos del túnel de viento, hay que trasladarlos al software del simulador y poder tener la correlatividad más cercana posible de lo que es el simulador a lo que es la realidad. En base a eso, todos los trabajos que se hacen en el simulador son mucho más aplicables para llevarlos a la realidad y por eso cada equipo de F1 tiene un equipo de simulación trabajando en conjunto en todas las carreras. A medida que se desarrolla el fin de semana de carreras, en la fábrica se van probando variables y distintas cuestiones para solucionar los problemas que vayan teniendo durante el Gran Premio, durante las prácticas libres, la clasificación y la carrera”.
 
Otro argentino que conoce de primera mano el trabajo de los simuladores en la F1 es Sacha Fenestraz, quien hoy integra un equipo que aún prefiere mantener bajo reserva. El cordobés de 25 años, que corre en la Súper Fórmula y el Súper GT en Japón, ya participa en el desarrollo de los nuevos autos de 2026 de la F1 y cuando puede se suma en los fines de semana de Gran Premio.
 
“Voy dos días por semana, pero son largos. Por ejemplo, el año pasado, para las carreras en los Estados Unidos, empezamos a las 22 y terminamos a las 9, o sea, laburamos toda la noche. Básicamente nuestro laburo se basa en eso. En pista, termina la práctica libre 1, escuchamos la reunión de ingeniería y de pilotos, y después mandan una lista de todas cosas que quieren que probemos mientras ellos están durmiendo o están laburando. Nosotros nos ponemos arriba el simulador y probamos todas esas cosas que nos pasan a ciegas”, le describe Sacha a Infobae.
 
 
Pierre Gasly en el box de Alpine. Los pilotos titulares reciben mediante los ingenieros los apuntes de los reservistas que se quedan trabajando en la base de Enstone. Gracias a la labor de Franco Colapinto en el simulador, el A525 mejoró y el francés fue séptimo y sumó los primeros puntos en 2025
“Yo nunca sé que van a probar porque quieren que nuestra devolución sea neutra. Analizan todo y de ahí lo mandan al circuito. Al otro día, cuando se levantan los ingenieros tienen todo el listado en cuanto a lo positivo y lo negativo. Qué cosas cambiaron y qué cosas no, y para ellos eso es muy importante porque obviamente ganan muchísimo tiempo”, describe quien nació en Francia, pero se crio en Córdoba.
 
“Una vez que recibimos las cosas que ellos nos mandan comienza nuestro laburo, que es mucho. No son dos o tres cosas que probar y listo. Son sesiones de dos, casi tres horas arriba del auto (simulador) sin bajarte y probando. Esa es la diferencia”, apunta. Además, revela que en los encuentros semanales suelen juntarse con los pilotos titulares, quienes les preguntan de todo sobre su labor en el simulador.
 
Sobre el desarrollo de los autos nuevos, que serán más chicos, con menos carga aerodinámica y neumáticos más pequeños, sostiene: “Es más difícil de manejarlo, un auto mucho más complejo. Venís peleando constantemente con un auto que tiene menos carga y va más rápido. En la recta tenés más despliegue con la batería, o sea, tenés más potencia del lado de los motores y la verdad que en curva es un auto que es más difícil llevarlo bien”.
 
Si bien los pilotos siempre quieren correr, quienes están abocados en la labor con el simulador hoy cumplen un rol preponderante. Bien lo sabe Franco Colapinto: el pasado fin de semana su labor ayudó a la mejora de los monopostos de Alpine. El argentino busca subirse otra vez a un auto de verdad y está listo para su oportunidad.
 
inobae.com

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