...un pacto con Cristina Kirchner. Siguen las internas en PBA: de Grabois candidato a la “piedad” de un libertario
El proyecto de Ficha Limpia fue rechazado en el Senado
La esencia del mensaje de Javier Milei es contra la casta. No es un slogan o una frase repetida, sino la base de la narrativa de toda la comunicación y permite mostrar al Presidente como alguien enfrentado al sistema, cuando es hoy la máxima autoridad ejecutiva del Estado.
La palabra entra en el orden de lo “sagrado” ya que es el principal activo de una administración que no tiene resortes políticos. El Gobierno está sostenido en la baja de la inflación, la estabilidad y la potencia comunicadora de su líder, que naturalmente sufre desgaste en el tiempo.
Dentro de ese universo, el proyecto de Ficha Limpia es relevante en términos simbólicos. Es una propuesta percibida como un castigo para dejar fuera de competencia a los “políticos chorros”, en el lenguaje presidencial, y, si bien no fue originalmente de su agenda, nunca salió públicamente de su boca un rechazo a esa idea.
Hay un especial cuidado en que los atributos por los que Milei fue respaldado no se desdibujen. Es decir, este proyecto adquiere importancia por el sentido de lo que representa, más que por los votos que sume o reste en sí mismo. De hecho, en la mesa chica de Milei sostienen tener medido que nadie entra al cuarto oscuro pensando en Ficha Limpia.
El Gobierno niega haber propiciado la derrota en el Senado, pero las contradicciones públicas y las gestiones reservadas (entre lunes, martes y miércoles) sembraron sospechas sobre el real interés del oficialismo.
El escándalo creció a partir de las acusaciones cruzadas de los protagonistas. Milei ve la mano del PRO en los trascendidos que le adjudican a Carlos Rovira, ex gobernador de Misiones, respecto de un acuerdo con el Presidente para que dos senadores misioneros modifiquen su voto. Esta maniobra no fue desmentida ni ratificada por el caudillo que maneja los hilos de su provincia desde hace 25 años.
Mauricio Macri, al contrario, agita la existencia de un pacto de los libertarios para permitir que Cristina Kirchner sea candidata. La pulseada por imponer cada uno su relato le dio un repentino protagonismo a Silvia Lospennato, cabeza de lista de legisladores del PRO, cuya debilidad radica en la falta de conocimiento.
No es la primera vez que deambula la hipótesis de un entendimiento entre el Gobierno y los K, en distintas instancias. En campaña, se especuló con que Sergio Massa había aportado nombres en las listas. Ya en la gestión, hubo negociaciones por los candidatos en la Corte Suprema de Justicia (donde se define el destino final del CFK); y existe un juego tácito para copar el escenario con la polarización entre ambos espacios.
Silvia Lospennato y Mauricio Macri
La convicción oficial es que no resulta verosímil en la sociedad un acuerdo Milei-Cristina, y proyectan como poco probable que penetre. Por supuesto, no deja de ser un vaticino libertario, y será interesante ver cómo esto impacta en los resultados de las legislativas, el próximo domingo. La Libertad Avanza sueña con un desenlace de humillación para el PRO: trabajó para que quede en cuarto lugar.
CABA, a diferencia de otros distritos, suele hacerse eco de la agenda más “republicana” e “institucionalista”, y siempre registró un mayor consumo de noticias. Lospennato encontró sobre el final un lugar para posicionarse, y romper lo que hasta ahora venía siendo un estrategia efectiva para dejarla a un costado, bien resumida en el spot de Manuel Adorni: “kirchnerismo o libertad”.
“Por mi provincia hago lo que me pidan”, respondió el senador misionero Carlos Arce, por mensaje a un colega de la Cámara alta, luego de haber cerrado los teléfonos el día de la votación. Igual que su coterránea, Sonia Rojas Decut, venía acompañando al Gobierno desde su banca, pero que en el caso de Ficha Limpia los dos habían mostrado una posición a favor del proyecto.
El Senado es mucho menos permeable que la Cámara de Diputados ante la opinión pública, con lo cual no llama la atención que un gobernador suba y baje manos, según cómo negocie con el poder de turno. El toma y daca fue siempre la norma, lo particular de este proceso fue que varios senadores expresaron la falta de disimulo de operadores del Gobierno para frenar la sanción de una iniciativa que decían respaldar.
“¿Vos vas a ir en contra de Ficha Limpia?”, preguntó, sorprendido, un senador a otro. “No, me dijeron que vos ibas a hacer eso”, le contestó. Ambos habían sido sondeados el martes por un emisario del oficialismo y la confusión era total. Nadie, de los bloques de aliados y opositores, quería inmolarse. Una reversión de la frase más popular de El Eternauta interpreta ese sentimiento: del “nadie se salva solo” al “nadie se hunde solo”.
Los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut
El capítulo errático en la Cámara de Diputados había dejado señales de alerta. En noviembre, no se alcanzó el quórum para su tratamiento y, sin antes haberlo manifestado en comisiones, los libertarios plantearon dudas sobre la redacción. Allí Milei debió llamar a Lospennato, principal impulsora, para despejar dudas de su interés por la aprobación.
Entonces, el Gobierno elaboró otro texto –de la mano de Luis Petri- y lo presentó, por eso el Presidente dice que es su proyecto. En la declamación pública, no hay dudas sobre el mensaje, pero sí en los hechos.
Sólo tomando el hilo de los sucesos públicos, vemos:
La sesión por Ficha Limpia fue solicitada el 13 de marzo por el senador Ezequiel Atauche, jefe de bloque de LLA y firmada por sus colegas libertarios Vilma Bedia, Ivanna Arrascaeta, Juan Carlos Pagotto y Bruno Lucero. Es decir, fueron los libertarios los que propusieron tratar el proyecto en el recinto.
El martes pasado, un día antes de la sesión, el senador Atauche declaró en distintos medios que contaba con 38 votos para la aprobación. La misma confirmación realizó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
En simultáneo mientras el funcionario de mayor rango y el jefe de la bancada oficialista daban ese pronóstico, el Presidente salió en un streaming a decir que no contaban con el número necesario y advirtió sobre una “jugada sucia”. Dos versiones contradictorias dadas por el mismo Gobierno a la misma hora.
El miércoles se cayó la iniciativa, ante la sorpresa especialmente del PRO y del kirchnerismo.
El jueves el Gobierno denunció que fue por culpa del PRO que apuró la sesión y lo hizo sin los votos. Ni el PRO solicitó la sesión, y los que plantearon tener los votos, en la previa, son de LLA.
Difícil saber cuánto de todo esto fue un plan, cuánto impericia, pero lo que no hubo fue coherencia comunicacional en un Gobierno que ordena verticalmente lo que se dice, quién lo dice, y dónde lo dice. Estas desprolijidades, replicadas en otras tomas de decisiones, llevan a sectores internos del oficialismo y aliados a preguntarse si no hay que reencauzar las formas de la conducción para que eso no empiece a empiojar la economía.
¿Por qué iría la Casa Rosada en contra de Ficha Limpia? Entre los senadores que participaron de las conversaciones por el paquete judicial (que nunca se llegó a presentar) hay consenso en que el Gobierno no quiere romper un puente con el kirchnerismo/peronismo por conveniencias mutuas: vacantes de la Corte, jueces federales, Procurador, y la Auditoría General de la Nación, hoy presidida por Juan Manuel Olmos, el vínculo del PJ más fluido con los libertarios.
Aunque el oficialismo haga una muy buena elección nacional en octubre, no va a tener mayoría en el Congreso, con lo cual va a necesitar negociar y más para decisiones que demanden los dos tercios de los votos. Hasta ahora, prefirió imponer o perder, pero si quiere avanzar con reformas estructurales no le va a quedar otra. Están en carpeta la previsional y laboral, que algún funcionario dice que puede empezar a discutirse este año, pero que los más experimentados en ambas cámaras descreen que se pueda en este espiral de hostilidad.
La comisión investigadora de $LIBRA en la Cámara de Diputados se blande como una espada de Damocles para el Gobierno. Está ahí, latente, con la posibilidad de que si la oposición logra colocar un presidente, se lance a un show que incluya un punto sensible como la citación, entre otros, de Karina Milei.
El frente económico aparece ahora más calmado. El dólar cerró el viernes a 1150 pesos, es decir que sigue en el piso de la banda, al cumplirse un mes de funcionamiento del nuevo sistema cambiario. No hubo traslado a precios y el riesgo país está en 678, en medio de lo que parecía una hecatombe mundial por la política comercial de Trump. La salida parcial del cepo fue exitosa y le dio oxígeno al Gobierno.
La instalación de que habrá un anuncio sobre los “dólares debajo del colchón”, algo así como un blanqueo pero con otras condiciones y formato, fue un golpe de efecto pero también es casi una confesión de que no vienen por otro lado.
Entre inversores y estudios legales que trabajan para empresas internacionales, está extendida la visión de que nadie pondrá plata en el país hasta que ocurran las elecciones de octubre (en las que esperan un triunfo de LLA) y cuando no haya más ninguna restricción sobre el giro de dividendos al exterior. O sea, este año está prácticamente perdido.
La sobreexpectativa puesta en la batalla porteña servirá en los hechos para determinar el grado de dominación de Milei sobre Macri. El Gobierno necesita que el PRO no compita por separado en las legislativas nacionales, en especial en la provincia de Buenos Aires. La espuma de estos días no implica ninguna marcha atrás en los planes.
Cristina Kirchner podrá revisar ahora su idea de ir como candidata a diputada nacional tas la caída de Ficha Limpia, aunque había anticipado que iría por la tercera sección electoral, en el marco de su pelea con Axel Kicillof. En el colmo de la división, después de un mes de “introspección”, Juan Grabois dijo a Infobae que él mismo va a encabezar una lista.
Cada fuerza política en provincia se mueve al calor de la interna. Las Fuerzas del Cielo, que responden a Santiago Caputo, fueron ayer a un acto hacia Junín, donde se desplegó la última lucha con los “territoriales” de Sebastián Pareja, presidente de LLA respaldado por Karina. Lograron que se expulse al anterior delegado del PAMI y coordinador del partido, Alberto Pascal, quien fue reemplazado en el organismo por Joaquín Ojeda, un representante de los militantes digitales.
Esas rencillas entre ambos grupos a veces terminan en guillotina, otras no. Como la que ocurrió hace menos de dos semanas, en la Cámara de Diputados bonaerense. En el entorno de Agustín Romo, jefe de bloque de LLA, están convencidos de que Matías de Urraza, Prosecretario de Participación Ciudadana puesto por Pareja, difundió un contrato de una tía suya, que trabaja con él desde antes de entrar a la Legislatura. Esa información partió de capturas de pantalla del sistema interno, con lo cual, nadie que no sea agente de ese cuerpo tiene acceso.
En la penúltima sesión, Romo había solicitado a través de un proyecto disolver esa Prosecretaría que había sido armada a medida para Urraza. Antes de que termine el debate mandó una nota para pedir que se retire. El propio afectado poco antes le había dado sus explicaciones. Quienes fueron testigos de los hechos dicen que Romo apeló a la “piedad”. Por ahora.
infobae.com