25 SEP | 16:03

Dujovne ganó la pulseada

De estar afuera del Gobierno a "quedarse con todo" en menos de un mes. El ministro de Hacienda puso a su segundo al frente del Banco Central. Por Sebastián Catalano
La pulseada la ganó Nicolás Dujovne, quien en la montaña rusa de las crisis cambiarias de los últimos meses pasó de ser el flamante coordinador económico de Mauricio Macri y timón del primer acuerdo con el FMI, a quedar virtualmente afuera del Gobierno en el ya famoso primer fin de semana de este mes, y que ahora asoma como el "gran ganador" al colocar a uno de sus hombres de confianza al frente del Banco Central, luego de la sorpresiva renuncia de Luis Caputo.
 
 
El clima de esta mañana en el Ministerio de Hacienda era de euforia. Guido Sandleris hablaba por teléfono y ordenaba sus cosas para mudarse a tres cuadras, de la secretaría de Política Económica (un viceministro de hecho) a la presidencia del Banco Central. Sandleris se destacó en las últimas horas en dos frentes: la negociación con el FMI y la autoría del Presupuesto, junto a Rodrigo Pena, secretario de Hacienda.
 
 
A metros del ministerio, un operador de Bolsa se preguntaba, mientras miraba las noticias en su celular, si no es "un cargo demasiado grande para un técnico de segunda línea". Mientras tanto, desde el entorno de Dujovne, quien está en EEUU acompañando al presidente Mauricio Macri, intentaban dar alguna señal de calma y continuidad avisando que Gustavo Cañonero seguirá como vicepresidente primero de la institución.
 
 
 
La salida de Caputo
 
 
La salida del ex ministro de Finanzas de la presidencia de la autoridad monetaria argentina sería parte del nuevo acuerdo con el Fondo: en ese contexto, su nombre habría quedado sobre la mesa por su estrategia para controlar el dólar. Caputo venía con fuertes peleas y mal clima con el staff del FMI por la forma de controlar la suba de la divisa estadounidense.
 
 
Los técnicos en Washington siempre quisieron acotar intervención y él pedía más "músculo" para suavizar los movimientos cambiarios. En la última semana había conseguido que lo dejaran intervenir directo en el mercado y así bajó el tipo de cambio. Fue solo un placebo de cara a la visita de Macri a EEUU, quien ayer cenó en la misma mesa que Christine Lagarde, la directora gerente del organismo de crédito, en el Atlantic Council, donde premiaron al mandatario local.
 
 
Mauricio Macri en el breve discurso del miércoles
 
 
"Fue raro ayer que volviera con las licitaciones, que las había dejado de lado varios días. Es obvio que el FMI quiere un interlocutor mucho más directo y permeable en el Central. Toda la relación para llegar al acuerdo fue con Dujovne", detalla un hombre que conoce al detalle los vericuetos de la City porteña.
 
 
El frente externo con el Fondo importó, pero tuvo mucho más peso el interno. Fuentes del Gobierno aseguran que Caputo fue quien insistió con que Macri saliera rápido –apurado y mal, según se constató inmediatamente– aquel miércoles 29 de agosto al anunciar algo que no estaba cerrado, y que ni siquiera había comenzado a negociarse: un nuevo acuerdo con el FMI. En pocas horas, el dólar pasó de 32 a superar los 40 pesos.
 
 
Dujovne, quien ese día se vio obligado a decir que se iba a negociar, quedó muy descolocado. Desde entonces, si bien ambos se encargaron de desmentirlo, la relación entre ambos quedó rota. El enojo de Dujovne se hizo sentir y por eso quedó virtualmente afuera del Gobierno en el primer fin de semana de septiembre (con Carlos Melconian como principal candidato a reemplazarlo). En el Fondo respiraron hondo y emitieron rápidos comunicados anunciando el comienzo de las nuevas negociaciones, no cayó nada bien y sonó a imposición ese anuncio. Caputo quedó como ideólogo de la estrategia y del mensaje por el que tanto se criticó al Presidente. Fue un paso en falso sin retorno.
 
 
Otras versiones indican, además, que la salida intempestiva de Caputo tiene que ver con que no consiguió acordar USD 20.000 millones extra con el FMI, una cifra que él pretendía para blindar los próximos compromisos financieros que tiene que enfrentar el país.
 
 
 
Ayer, cuando Dujovne habló con la prensa en Nueva York, fue evidente la distancia cuando le preguntaron por el nuevo swap con China que se anunció ayer. "El Banco Central ya tiene un swap con China y se conversa desde hace tiempo sobre la posibilidad de ampliarlo, pero ellos tienen que dar las precisiones", dijo cortante y se sacó el tema de encima. No fue una respuesta que hubiera dado en otro momento. Atrás habían quedado las conferencias de prensa en tándem, tiempos de "buena onda" donde ambos se llamaban mutuamente en público "Nico"y "Toto". Parece que pasó hace años, pero apenas pasaron unas semanas.
 
 
infobae.com

 

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