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Este hecho pone en relieve no solo lo que los  chicos han aprendido a partir de la lectura, sino también  la capacidad de poner en acción ese mundo que nos propone todo libro, toda obra y todo texto que leemos.

Los chicos, de ambos turnos, expusieron sus producciones, construcciones y promocionando  lo que les generó la lectura de obras de autores consagrados, clásicos de la literatura, como también, nuevos títulos que trabajaron en el aula desde el espacio curricular de Lengua durante la cursada del presente año lectivo.

Los tiempos que corren son difíciles y leer no es una práctica que esté de moda, por ello la lectura se ve afectada por la constante influencia de otros medios que concentran la atención y el mayor tiempo libre de los jóvenes. El libro se ve postergado y olvidado. De esta forma, la escuela se convierte en una de las responsables de la  recuperación de la lectura y la vuelta a los libros, verdadera fuente del saber y del placer.

Instamos a seguir participando activamente para que este tipo de encuentros sea un espacio que nos posibilite redescubrir la capacidad creadora y de inventiva, redescubrir el placer de leer. Un libro es el mejor compañero de nuestros ratos libres, por contener en cada página un mundo desconocido que espera a un lector para que lo descubra y lo reinvente.