10 OCT | 17:31

La polémica por el gas generó una interna en el Gabinete

El secretario de Energía hizo una jugada que lo dejó mal parado frente al resto de los ministros. Su continuidad en el Gobierno pende de un hilo. Al Gobierno se le hizo costumbre generarse...
...sus propias crisis. Basta con repasar las principales dificultades políticas que atravesó este año: en abril fueron los radicales con sus críticas a las tarifas de los servicios públicos y recientemente Elisa Carrió amenazó con romper la alianza de Gobierno por su enojo con el ministro Germán Garavano.
 
 
A esta lista podría sumársele el "cobro revertido" del  gas que impulsó en solitario el secretario de Energía, Javier Iguacel, y que este miércoles logró unir a las alas políticas y técnicas del Gobierno con el objetivo de dar marcha atrás con una ocurrencia que amenazaba con golpear de lleno los bolsillos del principal caudal político de Cambiemos: la clase media.
 
 
Envalentonado por un pedido de las petroleras que amenazaban con retirar inversiones, Iguacel se apersonó la semana pasada en el despacho de Macri y planteó la necesidad de avanzar con un mecanismo de compensación a cargo de los usuarios en 24 cuotas. No hubo muchos detalles de cómo pensaba instrumentar semejante disparate jurídico que en pocas horas acumuló una ola de amparos en contra, una denuncia de un fiscal federal y una manifestación política de la oposición en el Congreso.
 
 
A la luz de los hechos, en el Ejecutivo tomaron nota de que era improbable que un juez blindara de validez una decisión retroactiva sobre deudas que fueron originadas y saldadas bajo otras reglas de juego. Tanto en materia civil como comercial, el pago es el modo por excelencia que tiene una persona de liberarse de una obligación. Si se decidía otra cosa, la doctrina y la jurisprudencia sobre el tema hubieran entrado en jaque.
 
 
 
Al salir del despacho de Macri, Iguacel se fue conforme. Pensó que había sumado algunos porotos y avanzó con los equipos técnicos con la redacción de la resolución. Marcos Peña, Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio -quizás los ministros más importantes del equipo de Macri- se enteraron de la medida cuando la vieron publicada en el Boletín Oficial. No tuvieron tiempo ni siquiera de armar un plan de contingencia para amortiguar el efecto de una noticia dura, negativa. La absurda justificación de Iguacel de apuntar contra "militantes kirchneristas" por el enojo que provocó la iniciativa terminó de enfurecer a los funcionarios que no habían sido consultados sobre el tema.
 

Luego del daño generado –que incluyó una nueva interna con los radicales-, Macri instruyó a Frigerio para que buscara una solución al tema en las negociaciones con la oposición por la aprobación del Presupuesto 2019. En esa arena, el ministro del Interior es uno de los más hábiles y logró desactivar una bomba que amenazaba con explotar en cualquier momento.

Resuelta la crisis, en el Ejecutivo temen que la imaginación de Iguacel haya generado un daño a la golpeada imagen del gobierno nacional en medio de las turbulencias económicas. El secretario de Energía quedó aislado, casi sin aliados en el Gabinete, y su continuidad pende de un hilo.
 
infobae.com

 

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