27 ABR | 17:26

Los hoteles fueron alquilados por el gobierno por el COVID-19

La administración local lanzó una catarata de subsidios de $5 mil para cuentapropistas y una línea de créditos sin intereses para los comerciantes. 
 
Con millones de pesos en la calle, que no se sienten por el alto proceso inflacionario que se vive por estos días, el gobierno busca bajar la espuma de conflictividad que se puede traducir en cierre de comercios y despidos de trabajadores privados. 
 
El sector hotelero encontró una salida a la grave situación financiera al acceder a la propuesta del gobierno para alquilar sus complejos, con el fin que se transformen en unidades sanitarias.
 
El secretario de Turismo, José Rosa, precisó que son nueve los hoteles alquilados, adonde se hospedan todos aquellos que deben hacer cuarentena por haber regresado a la provincia, como así también los familiares de contacto estrecho con casos positivos. 
 
Rosa además detalló que ya hay ocho pacientes con coronavirus que fueron alojados en el complejo Chaya, el ex hotel del Automóvil Club Argentino, que el Estado lo tomó a principios del año. 
 
Así los hoteles privados son manejados por el comité de emergencia sanitaria, a través de la asistencia permanente, y de allí surge la recorrida realizada la semana pasada por el gobernador. De esa forma, los hoteles no sienten la crisis porque tienen alquiladas todas sus habitaciones.
 
Eso se dará más allá del 10 de mayo que se continuará con la cuarentena en la Argentina y en La Rioja especialmente será sin cambios, salvo las excepciones conocidas. 
 
"En nuestra provincia vamos a continuar con el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Necesitamos disminuir la transmisión del virus para que el sistema de salud pueda dar respuestas", dijo Ricardo Quintela.
 
El gobierno de la provincia se respaldó en los intendentes y en los diputados para avalar lo anunciado por el presidente el pasado sábado. Sin embargo, las medidas restrictivas son para la capital riojana, ya que el interior es otra historia. 
 
Es el sector que paga los impuestos para que se financie el gasto de funcionamiento de los gobiernos. 
En La Rioja capital están todos los casos de coronavirus, que hoy son 50, y todas las muertes que llegan a seis. 
 
Por eso, el corte en los ingresos al centro de la ciudad y los controles esporádicos en distintos barrios, mientras que los días pasan dejando al descubierto las problemáticas sociales en la provincia.
 
Por su parte, Alberto Fernández creció su imagen positiva, mientras que sigue el rechazo a Cristina Fernández de Kirchner, de acuerdo a los sondeos de opinión conocidos en los medios porteños.
 
La mayoría de los argentinos apoyan las decisiones en torno al aislamiento, por lo menos hasta hace una semana atrás. 
 
El coronavirus puso un freno de mano a toda la actividad privada que se financia por el sudor de su frente y en muchos casos sin acompañamiento estatal. 
 
Durante el fin de semana hizo su debut la brigada roja para cerrar comercios, escrachar a los que no cumplen con la cuarentena y hasta detener a los infractores, a través de la policia. 
 
El gobierno no permite que se venda luego de las 20 horas en ningún punto de la ciudad, a pesar de que los dueños de los kioscos y las despensas lo hacen para subsistir, y se pide que no se salga a la calle cuando muchas familias viven hacinadas, ya que la pobreza ronda el 50 por ciento de la población. 
 
Las medidas buscan que no se propague el coronavirus y según lo realizado en el mundo, el aislamiento es la mejor vacuna. 
 
Pero en un país sin el 50 por ciento de inflación, sin el 50 por ciento de pobreza e índices preocupantes de indigencia, tras años de decisiones políticas y económicas que impactaron duramente en la sociedad argentina. 
 
Una amplía mayoría está tranquila en sus hogares porque tiene garantizado los sueldos, ya que salen de las arcas del Estado, mientras que el resto está sumamente preocupado debido que sus patrones les anticipan que nada será como hasta entonces. 
 
La Argentina y La Rioja del coronavirus encuentra a un sector de la sociedad impaciente, especialmente los comerciantes del centro, los propietarios de los gimnasios, los taxistas y remiseros, los albañiles, entre muchos, aunque haya recibido un subsidio de $5 mil o un crédito sin intereses para pagar los haberes. 
Es un simple paliativo, ya que casi todos viven por lo que hacen diariamente. Lo que lleva a una grieta en la sociedad entre lo estatal y lo privado.
 
Para muchos es cómodo estar en casa sabiendo que lo que sucede es una cuestión sanitaria gravísima, pero también es cierto que es una zona de confort que ya deja al descubierto que muchos empleados no quieren volver a trabajar por temor a lo que sucede. No piensan los mismos que trabajan en los servicios básicos del Estado. 
 
Hasta el 10 de mayo será el aislamiento, pero nadie asegura que en esa fecha será el levantamiento, ya que todavía se tiene que pasar el invierno.

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