22 OCT | 18:05

"Tener agua en nuestra tierra, era impensable"

Hoy es una realidad. Así se manifestó doña Olga Agüero, vecina de la localidad de Balde de Amaya, en donde el Gobierno Provincial inauguró este lunes la obra de acueducto que permite la llegada de agua potable...

...a los habitantes de la zona y a la escuela. “Solo tengo palabras de agradecimiento, porque nadie sabe lo que hemos sufrido por agua los que habitamos esta tierra”, dijo emocionada.

 

Olga tiene 83 años, vivió toda su vida en el Paraje Balde de Amaya, ubicado en el departamento General Facundo Quiroga, a solo 10 km del límite con la provincia de San Juan. Allí formó su familia y crió a sus hijos, con la producción de queso de cabra como único ingreso.

 

Este lunes el Gobierno Provincial inauguró el acueducto que proveerá de agua a todas las familias de la zona y ante este histórico acontecimiento, los vecinos no pudieron ocultar su emoción y alegría.

 

Fue Olga quien habló en nombre de todos ellos: “poder tener agua en nuestra tierra era algo impensable y hoy es una realidad, sobran las palabras, palabras de agradecimiento”, dijo con lágrimas en los ojos.

 

Expresó su agradecimiento al gobernador Sergio Casas y al intendente Mauro Luján, por prestar atención a las necesidades que atraviesan los habitantes de este rinconcito riojano y en especial,  “por ser el primer gobernador que viene a escucharnos y traernos el agua que tanta falta hace”.

 

“He pasado muchas cosas acá y hoy quiero de corazón agradecerle al gobernador que nos haya traído el agua, solíamos recorrer caminos de 1 hora y media a buscar agua en un balde para tomar, primero a caballo, después comenzaron a entrar camiones”, explicó Olga. Agregó que eran 12 puertas, tranqueras, que debían  abrir para salir a la ruta, en San Antonio y desde allí traer el agua.

 

“Este camino nos da muchas posibilidades,  la creación de la escuela en donde mi marido ha donado el terreno también han ido modificando nuestra vida, porque muchos hemos estado acá siempre, con esfuerzo y amor por esta tierra, hemos sufrido mucho y hoy estoy muy agradecida”, reflexionó la vecina.  

 

Insistió en que “solo tengo palabras de agradecimiento, porque nadie sabe lo que hemos sufrido por agua los que habitamos esta tierra, no muchos saben de la alegría de llegar a esta edad y saber que habrá agua para beber, para bañarse, para cocinar, para producir, para vivir mejor”, finalizó.

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